Los riscos de Tirajana son las paredes de una enorme cuenca erosiva, originada en la cabecera del barranco de Tirajana. Entre los riscos de la caldera sobresalen roques de origen erosivo, como el Puntón de la Agujerada, el de Humiaga, etc., junto a otros de distinto origen, como el pitón fonolítico del Risco Blanco. Este último es una estructura antigua, datada en 3,7 millones de años, de característica tonalidad blanquecina, por lo cual contrasta sobre el fondo más oscuro de las paredes del circo.
Los riscos sólo pueden ser atravesados por algunos caminos, pero no por carreteras o pistas. Únicamente en la zona de El Sequero, al suroeste, o en las inmediaciones de Roque Redondo y Pico de las Nieves, es posible aproximarse por carretera.
Este espacio alberga la gran cuenca de cabecera del barranco de Tirajana, de destacado interés geológico y geomorfológico, en cuya configuración han intervenido importantes procesos de desmantelamiento erosivo. En él están presentes numerosos endemismos con especies amenazadas y protegidas.
En el escarpe ha llegado a nidificar algún halcón (Falco sp.) protegido asimismo por normativa nacional e internacional. Conforma además un elemento del paisaje destacado por constituir un marco escénico de gran belleza y singularidad.